7.30.2014
Nos veremos otra vez...
Aunque te acuestes con el sol.
No hay más estrellas que las que dejes brillar
Tendrá el cielo tu color
No estés solo en esta lluvia
No te entregues por favor!
Si debes ser fuerte en estos tiempos
Para resistir la decepción
Y quedar abierto, mente y alma,
Yo estoy con vos.
Si te hace falta quien te trate con amor
Si no tenés a quien brindar tu corazón
Si todo vuelve cuando más lo precisás
Nos veremos otra vez.
No estés sola en esta lluvia
No te entregues por favor.
Si debes ser fuerte en estos tiempos
Para resistir la decepción
Y quedar abierto, mente y alma,
Yo estoy con vos.
Si te hace falta quien te trate con amor
Si no tenés a quien brindar tu corazón
Si todo vuelve cuando más lo precisás
Nos veremos otra vez.
Canción de Seru Girán
Perfecta para el momento
7.23.2014
Un pequeño vacío
Escribo por ti y para ti de tal forma que sepas que fuiste más que nada y menos que realidad.
Como siempre aprendí consumiéndome en el fuego como Ave Fénix, espero que el fuego que te llevó sea el mismo que me renueva constantemente.
Son palabras tristes, reales, fuertes, llenas. Fuiste y sigues siendo así... dificil, duro, irreal.
En el cosmos quedas como parte y ser, vida y muerte, dualidad entre el bien y el mal.
Yo quedo devastada por mis reacciones, formas, lágrimas, sonrisas. Por mi gran enfermedad de la negación de la realidad en diferentes planos en donde siempre te has querido presentar.
Enséñame en este y otros planos a reconocerme, aparece y desaparece de forma violeta cuidando cada paso sin que sea siempre algo verdadero. Sé que estuviste desde siempre, te presentaste hace mucho y ahora te despides dejando en mi corazón el sentimiento que tenías que llegar e irte para reconocer que siempre fuiste una realidad.
Te invito a vivir en mi ser , llenándote de vida, recordando que siempre serás parte aunque no seas visible. Serás parte de mi constante devenir.
6.25.2014
Novedades imprevistas
6.04.2014
Domesticar vs. Amar
3.20.2014
Un año después
3.01.2014
Más allá
2.06.2014
25 Fuerza y honor son su vestidura; Y se ríe de lo por venir.
Exhortación a un rey
31 Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre.
2 ¿Qué, hijo mío? ¿y qué, hijo de mi vientre?
¿Y qué, hijo de mis deseos?
3 No des a las mujeres tu fuerza,
Ni tus caminos a lo que destruye a los reyes.
4 No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino,
Ni de los príncipes la sidra;
5 No sea que bebiendo olviden la ley,
Y perviertan el derecho de todos los afligidos.
6 Dad la sidra al desfallecido,
Y el vino a los de amargado ánimo.
7 Beban, y olvídense de su necesidad,
Y de su miseria no se acuerden más.
8 Abre tu boca por el mudo
En el juicio de todos los desvalidos.
9 Abre tu boca, juzga con justicia,
Y defiende la causa del pobre y del menesteroso.
Elogio de la mujer virtuosa
10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
11 El corazón de su marido está en ella confiado,
Y no carecerá de ganancias.
12 Le da ella bien y no mal
Todos los días de su vida.
13 Busca lana y lino,
Y con voluntad trabaja con sus manos.
14 Es como nave de mercader;
Trae su pan de lejos.
15 Se levanta aun de noche
Y da comida a su familia
Y ración a sus criadas.
16 Considera la heredad, y la compra,
Y planta viña del fruto de sus manos.
17 Ciñe de fuerza sus lomos,
Y esfuerza sus brazos.
18 Ve que van bien sus negocios;
Su lámpara no se apaga de noche.
19 Aplica su mano al huso,
Y sus manos a la rueca.
20 Alarga su mano al pobre,
Y extiende sus manos al menesteroso.
21 No tiene temor de la nieve por su familia,
Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.
22 Ella se hace tapices;
De lino fino y púrpura es su vestido.
23 Su marido es conocido en las puertas,
Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
24 Hace telas, y vende,
Y da cintas al mercader.
25 Fuerza y honor son su vestidura;
Y se ríe de lo por venir.
26 Abre su boca con sabiduría,
Y la ley de clemencia está en su lengua.
27 Considera los caminos de su casa,
Y no come el pan de balde.
28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;
Y su marido también la alaba:
29 Muchas mujeres hicieron el bien;
Mas tú sobrepasas a todas.
30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura;
La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
31 Dadle del fruto de sus manos,
Y alábenla en las puertas sus hechos.
1.29.2014
La princesita está bella, pues ya tiene el prendedor en que lucen, con la estrella, verso, perla, pluma y flor.
En Pinterest encontré una foto de las estrellas y me acorde de mis sueños.... Después me di cuenta que fue la imagen de mi infancia de la princesa de las estrellas que hizo que sea hoy quien soy.... Todo por un hermoso poema que me recitaba mi madre (y hasta ahora lo hace)
Lo comparto en mi blog junto a la foto para hacerlos más míos, más vida:
Margarita está linda la mar,
y el viento,
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento:
Margarita, te voy a contar
un cuento:
Esto era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha de día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita, como tú.
Una tarde, la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla
y una pluma y una flor.
Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.
Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.
Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
más lo malo es que ella iba
sin permiso de papá.
Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.
Y el rey dijo: —«¿Qué te has hecho?
te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho
que encendido se te ve?».
La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
—«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».
Y el rey clama: —«¿No te he dicho
que el azul no hay que cortar?.
¡Qué locura!, ¡Qué capricho!...
El Señor se va a enojar».
Y ella dice: —«No hubo intento;
yo me fui no sé por qué.
Por las olas por el viento
fui a la estrella y la corté».
Y el papá dice enojado:
—«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver».
La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.
Y así dice: —«En mis campiñas
esa rosa le ofrecí;
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».
Viste el rey pompas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.
La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.
* * *
Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.
Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.
Rubén Darío, 20 de marzo 1908