Domesticar
Inteligentemente El Principito se negó a domesticar al zorro en un principio sabiendo que su partida le haría daño, sin embargo el zorro le dio una lección de vida al enseñarle que no importaba el desenlace sino lo que vivirían y conocerían juntos.
La espera, el asombro y sobre todo el poder darte a conocer son vivencias más grandes cuando se es consciente de su temporalidad, si fuéramos seres que solo nos guía el final no seríamos humanos sino máquinas llevadas por los resultados.
Domesticar es un proceso hermoso, más aún si se recuerda que nunca cruzamos el mismo río dos veces y que nuestra existencia es más llevadera compartida.
Amar
Lo interesante es darse cuenta que al único que no se puede domesticar es al amor.... Este depende de que la persona se rinda desde el principio no solo a vivir y conocer sino también a no entender al otro, a no tener medida, horario, temas de conversación o vivencias definidas... El amor es inesperado, adictivo, irracional... Es estar constantemente con quien amas en tu ser, rodeado de un campo de rosas sabiendo que ninguna es como la tuya aunque sientas que estás solo en otro mundo y tu rosa esperando en tu planeta.
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